“Elogio del agua” es una escultura de 1987 de Eduardo Chillida situada en el Parque de la Creueta del Coll en Barcelona. Se trata de una pieza maciza de hormigón armado desde donde salen cuatro brazos que se enroscan suspendidos mediante cuatro cables de acero sobre un estanque. Pesa 54 toneladas y mide 12 metros de altura por 7,2 de largo y 6,5 de ancho. La obra se sitúa en una antigua cantera, en una de las zonas urbanizadas con motivo de los Juegos Olímpicos de verano de 1992, las paredes delimitan y acogen el monumento. Esta escultura fue instalada en el mismo año que el artista recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Artes.
Según el mismo Chillida, la obra representa el mito de Narciso, quien se enamoró de su propio reflejo en el agua y enloquecido hasta la muerte. La escultura con sus cuatro brazos se asemeja a una mano que intenta atrapar su propia imagen reflejada en el estanque.